Monseñor Fernando Sebastián pronunció la primera ponencia programada en el II Congreso andaluz del profesorado de religión católica.
En su ponencia destacó que corren tiempos de dificultad y de poca claridad. Jesús es el gran educador que nos llama para iluminar y ser luz. La Misión del profesor no es algo aislado, se realiza en nombre del Señor, Jesús.
Hemos de tener Amor y habilidad para mostrar y entrar en el mundo espiritual dentro de un mundo intolerante. El cristiano es un entusiasta de Dios que necesita desarrollar seguridad, satisfacción y capacidad para ser un educador mejor según el ejemplo de Jesús. El educador católico debe facilitar a sus alumnos una auténtica experiencia de fe.
Estamos en un mundo de lluvia ácida. La educación es lo que queda en el corazón de los alumnos cuando nosotros nos vamos.
Reticencias a la familia y a la religión que son dos potencias educadoras. ¿Si desaparecen quién educará?
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